Científicos e ingenieros creen que esta tecnología desbancará definitivamente a los derivados del petróleo. Los últimos avances en este campo apuntan a que podemos llegar a hacerlo incluso mejor que las propias plantas
Una bacteria modificada convierte la energía del Sol en combustible líquido.
Una hoja artificial hecha de silicio, níquel y cobalto produce energía cuando recibe la luz solar. Ese fue el original invento presentó Daniel Nocera, que levantó gran expectación en la comunidad científica. Pero el proyecto no cuajó, Pese a sus esfuerzos no consiguió desarrollar una tecnología comercialmente viable y eficiente que produzca energía almacenable a partir de rayos de sol, agua y dióxido de carbono.
Lisa M. Utschig, bioquímica lleva más de dos décadas estudiando la fotosíntesis y asegura que, en los intentos de copiarla en el laboratorio, "es posible que estemos omitiendo algo que emplea la naturaleza para que el proceso sea eficiente".También asegura que “es imposible recrear con todo detalle las sofisticadas estructuras fotosintéticas naturales".Sus últimas investigaciones apuntan a que la claven son los intercambios moleculares.
Estados Unidos ha invertido 122 millones de dólares exclusivamente para desarrollar la fotosíntesis artificial por lo que parecen muy interesados en esta nueva fuente de energía. Y parecen bien invertidos porque aseguran que tienen un prototipo que, según sus propias palabras, "es más eficiente que la fotosíntesis natural"
Fuente: El País
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Redactor: Sergio Cabezas
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